Has conseguido el ascenso o la promoción. Enhorabuena. ¿Y ahora qué? Comienza un nuevo viaje. Construye tu propia aventura hacia el éxito. Aquí encontrarás consejos que te ayudarán a tener éxito en esta transición.
1. Lidera a tu equipo, dirige a tus (antiguos) compañeros:
- Entiende tu papel y ten claro el tipo de líder que eres y quieres ser. Reconoce cómo influyen tus prioridades y valores en el trabajo y en quienes dependen de ti y trabajan contigo.
- Aprovecha las relaciones que has cultivado. Ten en cuenta que tus subordinados directos necesitan sentir que reciben un trato justo. Dales voz, sigue colaborando y deja claro que valoras su opinión.
- Mantén abiertas las líneas de comunicación. Mantén una conversación abierta para fijar las expectativas con los miembros del departamento poco después del ascenso o la promoción. Mantén estas conversaciones. Demuestra tu compromiso de abordar los problemas y retos de frente, y sé un compañero de equipo al que los demás inviten y quieran en la conversación.
- Reconoce que las amistades pueden verse afectadas y que tu transición puede requerir que pases de ser un amigo en el trabajo a ser amigable.
- Sé justo y transparente en las asignaciones y responsabilidades laborales para evitar cualquier percepción de favoritismo. Sé consciente de la percepción y de cómo asignas su tiempo. Tu equipo espera un trato igualitario basado en el potencial, la capacidad y el rendimiento. Recuerda que la percepción es (una) realidad.
- Sigue colaborando donde y cuando sea necesario. Demuestra que el colaborador que antes jugaba en equipo sigue activo y presente. Sin embargo, recuerda que tu nueva prioridad es delegar y asignar el trabajo de primera línea a tu equipo.
- Tómate el tiempo necesario para comprender qué motiva al equipo a interactuar y a comunicarse mejor. Una forma de hacerlo: haz un seguimiento de los objetivos empresariales actuales de tus subordinados directos, conoce sus objetivos personales a largo plazo y sus intereses y valores.
- Busca ayuda cuando la necesites. Si puedes, invierte en un coach. Un coach de carrera o un coach ejecutivo o de liderazgo pueden ayudarte a abordar los problemas que conlleva un nuevo papel de liderazgo. Esto puede ayudarte a desarrollar habilidades básicas, por ejemplo, para gestionar mejor a las personas, establecer objetivos, convertirte en un mejor líder y asesor, negociar para ti y tu equipo, y asegurarte de que sigues creciendo. Todos tenemos áreas en las que podemos mejorar.
2. Evalúa las relaciones estratégicas que debes reforzar:
- El éxito en tu nueva función puede requerir que refuerces aún más las relaciones con las partes interesadas o que establezcas relaciones con nuevos actores.
- En ambos casos, invierte tiempo y esfuerzo en estas relaciones. Reúnete con ellas, escúchalas y hazles preguntas. Invítales también a comer o a tomar un café, según convenga.
- Profundiza en tu comprensión de las prioridades, retos e intereses de estas partes interesadas, y establece una buena relación con ellas.
3. Desbloquea el líder que llevas dentro y desarrolla tu filosofía de liderazgo:
- Evalúa tu estilo de liderazgo y realiza una transición eficaz de experto jurídico a líder jurídico. Considera leer "10 Steps to Unlock Your Leadership Potential", de Simone Stebler y Jill Ader, de Egon Zehnder. Por ejemplo:
- No des por sentado que el rendimiento actual, la experiencia pasada o tu intuición son indicadores válidos del potencial de liderazgo futuro.
- Mejores indicadores son la curiosidad de una persona por sí misma y su apertura al cambio, la perspicacia que le permite procesar información compleja y aportar sencillez y claridad a la resolución de una situación, un alto nivel de compromiso que inspire a los demás y la determinación para afrontar los retos.
- Aprender a equilibrar adecuadamente diferentes estilos de liderazgo.
- Buscar feedback, planificar, mejorar, repetir:
- Busca comentarios constructivos de colegas y mentores sobre tu liderazgo. Pídeles que compartan contigo ejemplos concretos.
- Considere la posibilidad de realizar una encuesta 360° anónima. No es un proceso fácil y revisar los comentarios puede doler. Sin embargo, esto puede ayudarte a entender cómo te perciben los demás y qué haces (o dejas de hacer) que conduce a esa percepción.
- No dejes que los comentarios te abrumen y te paralicen. Empieza por uno o dos puntos clave que quieras mejorar.
- Redacta un breve plan de pasos concretos que intentarás dar para mejorar tu liderazgo.
- Asume que el cambio requiere intención y paciencia. Se necesita tiempo, pequeños pasos y esfuerzos constantes para mejorar tus habilidades de liderazgo.
- Permítete experimentar. Puede que los pasos que intentes no siempre sean eficaces. No te desanimes. La perseverancia es la clave.
- Lleva un registro de los pasos que das. Celebra los pequeños progresos que reflejen cambios.
- Tras unos meses de esfuerzos, explica a un grupo de colegas de confianza los pasos que has dado, el resultado deseado y pregúntales si han notado algún cambio. Escucha y ajusta tus esfuerzos en consecuencia.
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